02
Feb
2024

– Siéntate relajada y derecha en un cojín de meditación o en una silla cómoda (sin recostarte porque no puedes permanecer erguida).

– Inhala con la boca estirada absorbiendo y exhala diciendo “Ahh” con la boca muy abierta. Durante este ejercicio, concentra tu atención en la pelvis y relájala. Esta respiración de energía tántrica puede y debe proporcionarte placer.

– Continúa respirando así y en el momento de inhalar contrae con fuerza el músculo anal, en el momento de exhalar relájalo de nuevo. Haz este ejercicio treinta veces: las primeras diez veces hazlo lentamente, las siguientes diez un poco más rápido y las últimas diez rapidísimo. Tómate el tiempo que sea necesario para no perder el rastro del ejercicio.

– Ahora contrae la musculatura alrededor de la uretra al inhalar, como si quisieras contener la orina, y al exhalar relájala de nuevo. Repítelo aproximadamente treinta veces diez despacio, diez con un poco más de velocidad y diez rápidamente. Permítete un tiempo para percibirlo todo bien.

– Ahora contrae el orificio del Yoni al inhalar, como si quisieras rodear un dedo y al espirar con el “Ahh” relájalo nuevamente. Repítelo treinta veces como en los casos anteriores.

– Recuéstate relajada en el piso y siente el calor que irradia tu pelvis.

Al principio es posible que aún te sea difícil usar los músculos de forma independiente uno del otro, eso es sólo cuestión de práctica. Con el tiempo podrás diferenciarlos cada vez mejor y moverlos con independencia.

Puedes contraer y relajar esos músculos al realizar cualquier actividad, por ejemplo, cuando vas en el bus, cuando estás cocinando o trabajando en el computador; los movimientos musculares son totalmente discretos e imperceptibles por otros.